Les patina el coco - Madero 3/4


Con el fin de hacerle ver a toda la banda yucateca  que el uso de las patinetas no es una mera ociosidad, sino que puede llegar a convertirse en un deporte y hasta en un medio de transporte (como las bicicletas, los triciclos y demás), el buen Hazaky Molina, un chavo amante del “skate”  y los deportes extremos, dedica buena parte de su tiempo a la organización y participación en eventos y actividades que promueven el skateboard y el longboard.
 Hazaky, de 23 años, hace todo esto desde su  tienda, Madero 3/4 Skate Shop la cual se encuentra ubicada en la Calle 32 # 199 P por 29 y 31 de la colonia Francisco I. Madero de la ciudad de Mérida. 
Uno de esos eventos se realizó el  28 de mayo del 2015 en Motul, Yucatán donde se armó toda una fiesta por la inauguración de un parque de skate único en la zona, y que fue construido por el ayuntamiento de ese municipio con asesoría de la comunidad de patinadores que anda por esos rumbos.

“Este mismo evento lo hemos realizado otras veces en Mérida y con mucho éxito. En esta ocasión quisimos llevarlo a Motul con motivo de la inauguración del parque”, nos platicó el mero Hazaky.


En nuestra visita a la skate shop que se encuentra a unos metros del conocido parque de la colonia Francisco I. Madero, pudimos platicar con cinco cuates de Hazaky, quienes van de aquí para allá en sus “longboards” o patinetas largas, las cuales son utilizadas para bajar cuestas  empinadas  en las modalidades de Down hill, (un simple descenso) o Free Ride (que incluye piruetas durante la bajada), entre otras.

El quintento de chavos que forman parte del Team Madero 3/4 son Eduardo Mayén y Arturo Soberanis de 23 años, Edgardo Maldonado y Javier Montero de 19, y Carlos Be de 24.

Ellos defienden a la patineta como un medio de transporte más, y quieren que sea considerada en el reglamento víal, ya que que, como mencionamos, se la pasan rolando de aquí para allá  e incluso van a sus trabajos patinando. Además quieren fomentar el espíritu de competencia entre los yucatecos mediante la práctica este deporte.

“Muchas veces creen que somos maleantes o vándalos, la policía nos detiene y nos quita tiempo cuando en realidad solo estamos yendo al trabajo. Incluso nos han querido sembrar droga”, nos contó Edgardo Maldonado, mientras que  Arturo Soberanis, agregó que “hay como 200 personas en la ciudad que usan las longboards como medio de transporte” y que buscan ser respetados por los conductores.



Por su parte, Javier Montero explicó que no dejan de lado el tema de la seguridad y es por eso que normalmente van equipados con sus rodilleras, cascos, coderas, guantes y una chamarra especial hecha de cuero llamada "leader".







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