El fantasma que ronda la escuela

La blanca y tranquila ciudad de Mérida, es también un lugar donde abundan leyendas y relatos estremecedores; los cuales siempre logran hacer que el miedo se apodere de las mentes de quienes los leen o escuchan.
Algunas de estas historias son muy antiguas, pero aún con el correr del tiempo siguen vivas a través de las personas que las transmiten de boca en boca, ya sea porque las recuerdan o porque ellos también han tenido contacto con lo sobrenatural. Otras tantas, sin embargo, todavía comienzan escribirse.
Este es el caso de una escuela particular de nivel bachillerato, ubicada en el centro de la ciudad, donde se cuenta que el alma de una niña, vaga sin descanso por los pasillos y salones.
Cada vez son más los alumnos y profesores que aseguran haberla visto o por lo menos escuchado; sobre todo durante el turno vespertino, cuando el sol comienza a descender y la oscuridad se apodera de todas las cosas.
La primera en tener contacto con la sobrenatural presencia de aquella niña, fue la profesora de literatura, una mujer que nunca antes había experimentado algún suceso paranormal en toda su vida; hasta ese momento.
Era viernes y ya caía la noche. Todos los alumnos se habían marchado, y ella, continuaba revisando algunos documentos, antes de salir del salón, que se encuentra al final de uno de los pasillos y que mira hacia el jardín.
La profesora guardó todas sus cosas y se levantó para borrar el pizarrón. En ese momento escuchó la voz de una niña de aproximadamente cinco años de edad, que, como si estuviera parada en el dintel de la puerta, le preguntó: ¿Quieres jugar?
La asustada maestra volteó a ver en seguida, hacia el lugar de donde provino la voz, pero no pudo ver a nadie, así que intentó convencerse de que su imaginación le había jugado una broma.
Transcurridos unos segundos más, ya ni siquiera estaba segura de haber escuchado algo en concreto. Sin embargo, la piel se le erizó cuando proveniente del jardín escuchó a la misma voz infantil insistiendo: ¡Ven a jugar!
Algunas de sus compañeras solían llevar ocasionalmente a sus hijas o nietas a la escuela, así que pensó que se trataba de eso, por lo que salió para buscar a la niña y ver de quién se trataba. Pero una vez que llegó al jardín no pudo ver a nadie o al menos no como ella se hubiera imaginado, pues sobre el muro que marcaba el límite de la escuela se proyectaba la sombra espectral de una personita ataviada con un vestido y con trenzas en el cabello.
Sin embargo, aquella silueta no provenía de ningún cuerpo físico, por lo que la profesora se quedo inmovil sin dar crédito a lo que veía y tratando de hallar una explicación.
La sombra se alejó corriendo y emitiendo una risa juguetona que la educadora recordará, con toda certeza, para toda su vida.
Según contó ella más tarde, el lugar olía a tierra mojada.
Otra aparición como esta se dio en el baño de señoritas, de donde una alumna salió gritando despavorida por haber visto reflejada en el espejo la imagen de una chiquilla vestida de blanco y que se hallaba a sus espaldas.
Algo similar había ocurrido antes, durante una representación teatral al aire libre, organizada por los alumnos y llevada a cabo por la noche, debido a que se trataba de la obra Don Juan Tenorio. Fue precisamente durante la escena del cementerio que el encargado del humo, regresó pálido de la parte de trasera del escenario balbuceando y temblando por haberse topado con la pequeña fantasma.
Al recuperarse de una fiebre prolongada, esta persona, la cual también era un alumno, se dio de baja y nunca regresó.
La directiva no ha prestado mucha atención a estos sucesos hasta el día de hoy, por lo que ningún sacerdote ha entrado a bendecir las instalaciones, y tal vez sea por eso que el fantasma de esa niña sigue encerrado entre los muros de la institución.
Una de las historias, que intenta explicar la espectral presencia de la menor, indica que esta murió ahogada en un cenote, cuando en ese sitio operaba un internado para señoritas, durante la colonia. El cenote se encuentra dentro de la escuela en la actualidad.

Por mucho tiempo, la pequeña no había dado problemas, y todavía no se sabe qué pudo provocar sus más recientes apariciones.

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